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Estudios

Ramón Díaz

Grado en ADE

"La experiencia resultó increíblemente enriquecedora en todos los sentidos. Desarrollé la capacidad de adaptarme a las culturas y al ritmo de vida de un nuevo país".

 ¿Dónde has estado de intercambio?

Realicé mi programa de intercambio en Fairfield University, que se encuentra en Fairfield, Connecticut, en Estados Unidos. Este pueblo costero está a solo una hora en tren del corazón de Manhattan.

¿Cuánto tiempo has estado o estarás en el extranjero?

Llegué a Estados Unidos el 28 de agosto y me fui el 22 de diciembre.

¿Cómo valoras esta experiencia?

La experiencia fue perfecta, un 10/10; realmente, no podría haber pedido nada más.

¿Qué has aprendido del país al que has ido?

La experiencia resultó increíblemente enriquecedora en todos los sentidos. Residíamos a solo una hora de Nueva York, lo cual nos permitió explorar a fondo Manhattan, descubriendo rincones nuevos y entablando amistades con personas de diversas partes del mundo. Fue mi primera vez viviendo en el extranjero, y el desafío de adaptarme a una nueva cultura resultó ser muy estimulante. Además, la ventaja de estar al otro lado del océano Atlántico es que se abren las puertas a destinos fascinantes para viajar; gracias a ello, tuvimos la oportunidad de visitar lugares como Puerto Rico, Vermont y Boston.

¿Qué te ha aportado a nivel personal y profesional esta experiencia?

A nivel personal, mi experiencia de intercambio me ha brindado innumerables beneficios, pero quisiera destacar algunos en particular. Primero, mi habilidad para hablar inglés mejoró exponencialmente. Además, desarrollé la capacidad de adaptarme a las culturas y al ritmo de vida de un nuevo país, lo que me permitió experimentar la «creación» de una nueva versión de mí mismo. En un entorno donde nadie te conoce, te encuentras actuando de manera diferente, descubriendo aspectos de ti mismo que antes no conocías. Por último, me llevo amistades para toda la vida, incluyendo tanto a españoles que conocí allí como a americanos que me acogieron como a uno más.

A nivel profesional, la experiencia también fue excepcional por dos razones principales. Primero, el alto nivel académico de la universidad, que, dada su cercanía a Manhattan, te prepara específicamente para trabajar allí. Segundo, la universidad ofreció numerosas herramientas y recursos para el desarrollo profesional, como asesorías para enfrentar entrevistas complejas, mejoras en el CV y en LinkedIn, e incluso tuve la oportunidad de formar parte de un grupo de inversión, donde aprendí directamente de profesionales del sector financiero.

¿Qué consejo le darías a un alumno que le gustaría irse de intercambio o se lo está pensando?

Sin duda, el consejo que daría a cualquier estudiante interesado en un programa de intercambio es que se lance a la experiencia con una mentalidad abierta. Es fundamental no tener miedo de experimentar nuevas cosas y salir de la zona de confort.