¿Qué destacarías del grado?
Del grado destacaría la diversidad de las asignaturas, todas ellas relacionadas con los diferentes ámbitos de la ingeniería. Resulta atractiva para aquellos que no se han decidido por una rama de la ingeniería, como fue en mi caso.
¿Podrías describir brevemente el grado?
El grado de Ingeniería en Tecnologías Industriales está compuesto por cuatro cursos en los que se trabajan asignaturas de muchos ámbitos diferentes de la ingeniería: electricidad, electrónica, materiales, química, mecánica, energías, organización industrial, estructuras, construcción… Esta variedad de asignaturas proporciona una visión amplia e integradora de la ingeniería que es esencial para el futuro laboral.
¿Qué es lo que más te gusta del grado?
Lo que más me gusta del grado es la diversidad de las asignaturas y conocimiento que se imparte. Yo entré en ingeniería industrial sabiendo que me interesaba la ingeniería, pero sin mucha idea de qué especialidad me interesaba más. La variedad de asignaturas me ha permitido conocer los ámbitos principales a los que me podría dedicar, y me han ayudado a descubrir cómo será mi futuro como profesional.
¿Por qué escogiste IQS y qué destacarías de la universidad?
Escogí IQS por la cantidad de conocimiento práctico que se instruye y sus laboratorios. Durante los cuatro años de carrera hemos tenido dos horas de laboratorio cada día, cosa que ayuda muchísimo a integrar los conceptos teóricos trabajados en clase. Hay prácticas de laboratorio de casi todas las asignaturas y hemos trabajado con maquinaria y software a los que, en otras circunstancias, probablemente no habría tenido acceso. Además, IQS ofrece horarios compactos de mañana (para GETI) que permiten tener las tardes libres para estudiar o bien continuar con actividades como los deportes o la música.
¿Has hecho prácticas en empresa? ¿Puedes hablar sobre ellas?
Hice prácticas en empresa durante el verano antes de 4º grado. Estuve en Aortyx, una empresa formada por investigadores de IQS y el Hospital Clínic que se especializa en el desarrollo de dispositivos médicos para tratar enfermedades vasculares. Así pues, mi primer contacto con el mundo laboral de la ingeniería fue en el sector biomédico. Estuve trabajando en la extracción de modelos 3D de aortas a partir de tomografías computarizadas y simulaciones computacionales de fluidos (CFD) de estos mismos modelos. Para ello aprendí a utilizar software con el que no había trabajado hasta entonces. Tuve que aprender rápido, pues mi prácticum duraba sólo dos meses, y eso me ayudó a mejorar mi capacidad y velocidad de adaptación a un entorno desconocido. Apliqué conocimientos adquiridos durante la carrera y desarrollé mis habilidades para la solución de problemas, la búsqueda de alternativas y la comunicación de resultados. Pese a la situación de pandemia, pude ser testigo de diversos aspectos del mundo laboral, como la integración y comunicación entre sectores de una empresa para conseguir un objetivo común, y el funcionamiento del departamento de Ingeniería ante un reto como al que se enfrentaba esta empresa.
¿Qué habilidades has adquirido gracias al grado?
Gracias al grado he conseguido desarrollar mis habilidades para crear e innovar, plantear problemas, buscar soluciones y alternativas mediante las herramientas proporcionadas en las diferentes asignaturas, gestionar riesgos, comunicar los resultados a un público, trabajar en equipo y liderar.
¿Qué le dirías a un alumno que quiere estudiar en IQS?
Ingeniería Industrial no es una carrera fácil, pues hay que dedicarle un número elevado de horas de trabajo, pero la atención personal del profesorado y el conocimiento práctico que ofrece IQS son claves para facilitar este proceso.
¿Realizaste un intercambio? ¿Dónde y cuánto tiempo estuviste?
Realicé un intercambio académico durante el primer semestre de 4rto curso en San Diego, California en la Universidad de San Diego durante cinco meses.
¿Qué te llevas a nivel profesional de tu etapa allí?
Mi experiencia en San Diego me ha abierto mucho los horizontes a nivel profesional. El enfoque de la ingeniería industrial en Estados Unidos es ligeramente diferente al de España; está más orientado al diseño, análisis y optimización de sistemas mediante técnicas matemáticas y estadísticas. Impulsan el desarrollo de las habilidades para tomar decisiones críticas y, sobre todo, ser capaz de comunicarlas con claridad ante un público. Los métodos de enseñanza también son distintos, cosa que potenció mi capacidad de rápida adaptación a un entorno profesional desconocido. Además, pude trabajar con maquinaria y software con los que no había tenido la oportunidad de trabajar hasta entonces. USD me ayudó a visualizar mi futuro como ingeniera. Tuve la oportunidad de cursar una asignatura de Energía Solar que me permitió fomentar uno de mis intereses principales: las energías renovables. Gracias a esta asignatura volví a Barcelona con intención de especializarme en este ámbito y desarrollar un TFG relacionado con el almacenaje de energía fotovoltaica en hidrógeno. Sin esta experiencia, ahora mismo estaría más indecisa sobre mi futuro.
Adicionalmente, USD fomenta mucho la participación en clubs y asociaciones relacionados o no con la carrera. Con la asociación de Ingenieros Industriales, pude asistir a reuniones en las que participaban exalumnos ingenieros recién graduados que explicaban sus experiencias en el mundo profesional de la ingeniería. De esta manera, pude visualizar qué podría esperar de mi futuro como ingeniera.
Opinión personal de tu experiencia internacional.
Mi experiencia en San Diego fue clave en mi desarrollo a nivel personal. Hice amistades internacionales que sé que durarán para el resto de mi vida a pesar de la distancia, aprendí mucho sobre una nueva cultura y conseguí encontrar el balance perfecto entre la dedicación los estudios y el placer de la vida en California. Aproveché mucho el tiempo libre para probar cosas nuevas y viajar. Descubrí mi pasión por el surf, un deporte desconocido para mí hasta entonces, y también la música de influencia mejicana, pues me uní como violinista al grupo de mariachi de USD. Así pues, no solo tuve un gran crecimiento profesional sino también personal. En definitiva, considero que una experiencia internacional es imprescindible en el desarrollo profesional y personal de cualquier individuo en un mundo tan cosmopolita como el de hoy en día. Si pudiera, repetiría esta experiencia.