El proyecto Mobile Pressure de IQS ha sido subvencionado dentro de la categoría Infancia y Juventud de la convocatoria Investigación Joven y Emergente 2024, promovida por el Ayuntamiento de Barcelona. Esta convocatoria quiere consolidar el tejido científico y de investigación emergente de la ciudad de Barcelona, potenciar el talento e impulsar el liderazgo en clave de género. Los ámbitos de la convocatoria 2024 contemplaban temas relacionados con Salud, Cambio Climático y gestión del agua, Movilidad, Personas mayores e Infancia y Juventud. Los 23 proyectos subvencionados, de un total de 113 presentados, fueron entregados en el Salón de Cent del AJB el pasado mes de febrero.
“Queremos aplicar una mirada científica al problema del acceso prematuro a los móviles”


Mobile Pressure está liderado por la Dra. Cristina Montañola Sales, doctora en Estadística e Investigación Operativa e integrante del grupo de investigación ADAMIQS – Applied Data Analytics and Modeling de IQS. Su objetivo es abordar el debate sobre el uso de los móviles inteligentes en niños y adolescentes, para determinar el efecto de la presión del grupo de iguales y el impacto en la decisión de los padres de ofrecer un teléfono móvil a sus hijos e hijas en edades muy tempranas y no recomendadas.
En este proyecto multidisciplinario participan, además de la Dra. Montañola, el Dr. Xavier Casanovas Combalia, profesor de la Cátedra de Ética y Pensamiento Cristiano e investigador del grupo SEE- Sustanibility, Economics and Ethics de IQS, el Dr. Juan Albacete Maza, también del grupo SEE, y la Dra. Maria-Cristina Marinescu, profesora del Departamento de Matemáticas y Análisis de Datos de IQS y miembro del grupo ADAMIQS. También colabora la Dra. Clara Prats Soler, catedrática del departamento de Físicas de la UPC y presidenta del Grupo Interdisciplinario de Profesionales vinculados con la Salud (GIPS).

Hablamos en esta entrevista con la Dra. Montañola y el Dr. Casanovas de este proyecto y de los retos que afronta
¿Cómo surgió la idea de poner en marcha Mobile Pressure?
Xavier C. Del movimiento “Adolescencia libre de móviles” (ALM), que nació justo hace un año y medio para agrupar familias preocupadas por el acceso precoz de los niños y adolescentes a los teléfonos móviles inteligentes. Veíamos que llegan demasiado pronto y comportan una serie de riesgos en el ámbito psicológico, conductual y social. Yo, como padre, estoy muy implicado en este movimiento ALM desde su inicio, y Cristina se integró también como madre en su municipio. No puede ser que a los 12-13 años, el 80% de los niños ya dispongan de estas tecnologías de manera indiscriminada y sin control.
Desde estas premisas, vimos que podíamos aplicar una mirada científica a este problema de acceso prematuro a los móviles y combinar la perspectiva computacional, área de experiencia de Cristina, con la aproximación tecno-ética que yo puedo aportar desde la Cátedra de Ética. Elaboramos este proyecto, Mobile Pressure, que ha sido financiado por el Ayuntamiento de Barcelona y que abre una línea de investigación nueva y muy interesante.
«En este caso, la intuición y el sentido común han ido por delante de la evidencia científica»
Cristina M. Observamos que, en este caso, la intuición y el sentido común han ido por delante de la evidencia científica. Los padres, las familias y los profesionales (psicólogos y educadores) estamos viendo las graves consecuencias que tiene el uso del móvil por niños y adolescentes: falta de atención, problemas de acoso, problemas de sueño y conductuales, etc. Hasta ahora, se han detectado consecuencias importantes en el uso de los móviles en niños, pero hace falta más evidencia científica para llegar a conclusiones de causalidad respecto al momento en que los padres entregan el móvil a sus hijos.
«Detectamos graves consecuencias, pero nos hace falta más evidencia científica»
Hablemos primero de los aspectos éticos del problema
Xavier C. En el ámbito de la ética de la tecnología (tecno-ética), hay un intenso debate sobre la dificultad de aplicar el principio de precaución en la tecnología digital, que es eminentemente social e invalida hacer pequeños ensayos, ya que su impacto no se ve hasta que la tecnología no se universaliza y la utiliza un gran número de personas. Por eso, a menudo no se aplica el principio de precaución en tecnología digital, y esto es un error de graves consecuencias.
El Dr. Albert Florensa, profesor emérito de IQS, ya advertía que la tecnología no es neutra. Como sociedad, estamos equivocados cuando afirmamos lo contrario, y que sus consecuencias dependen solo del uso que se hace de ella. La simple existencia de los móviles ya nos transforma, independientemente del uso que hagamos. Hay que establecer límites para evitar la dependencia que puede generar.
¿Y cómo ayudan aquí los modelos computacionales?
Cristina M. Precisamente, recorremos a los modelos computacionales por esta dificultad en aplicar el principio de precaución. Desde la vertiente de la ingeniería informática, es un tema muy interesante, justamente – como decía Xavier – por la falta de aplicación del principio de precaución: no se ha hecho balance de beneficios y perjuicios hasta que hemos visto in vivo el alcance global del problema.
En casos como este, los modelos computacionales ayudan a entender qué impulsa a los padres a dar un móvil a sus hijos. Nos permiten poner a prueba, sobre todo, los dos elementos esenciales que surgen con más fuerza: la presión social de los amigos y la necesidad del control familiar, sin olvidar otras variables como la estructura familiar, el género o el contexto socioeconómico.
«La presión social de los amigos y el control familiar son los elementos que surgen con más fuerza, entre otros»
Para analizar como interactúan todos estos elementos, utilizamos los modelos basados en agentes. En cada simulación, definimos una población inicial de padres, hijos y amigos, con sus características, y dejamos evolucionar el sistema en el tiempo para ver qué probabilidad hay de que una familia acabe cediendo y entregue el móvil. Estos modelos – creados en los años 70 por el economista Thomas Shellig, ganador del Nobel de Economía en 2005 – han ganado mucho interés entre comunidades científicas, sobre todo en sociología y ciencias sociales, que no disponen de demasiadas herramientas cuantitativas, dado que aportan un marco cuantitativo para explicar fenómenos complejos.
Xavier C. El objetivo es encontrar respuesta científica a este problema, con aquellas variables sociológicas que hacen que los padres entreguen dispositivos móviles a sus hijos tan pronto. De aquí viene el nombre del proyecto, tiene el foco en estudiar este fenómeno de presión social y cómo influye para que les entreguen el móvil en el paso de primaria a secundaria (sino antes). Porque, si queremos revertir la situación, tenemos que entender bien cuáles son las causas.
¿Cómo aplicareis esta metodología al tema de la entrega de móviles?
Cristina M. El primer paso es identificar los factores que ejercen presión para que los niños y niñas tengan un móvil antes de tiempo, y que ya hemos comentado: la influencia de los iguales (amigos). La necesidad de control familiar y variables como la composición familiar, el género o la renta. Para analizar como interactúan estos elementos, utilizaremos los mencionados modelos basados en agentes, partiendo de parámetros obtenidos en la encuesta de Adolescencia Libre de Móviles (donde participaron 23.000 familias). Y, cuando una variable no disponga de datos directos, le asignaremos una distribución de probabilidad. Simularemos muchos escenarios y veremos en qué condiciones una familia acaba cediendo.
El enfoque es innovador dentro del ámbito de las ciencias sociales: no hay estudios que apliquen estos modelos a la adopción temprana de los móviles. Con este modelo, obtendremos una primera radiografía; más adelante, incorporaremos factores adicionales a medida que avancemos.
«El enfoque es innovador dentro del ámbito de las ciencias sociales»
Xavier C. Y en la parte final del proyecto habrá una fase de validación posterior del modelo y estudio sobre si se ajusta a la realidad, aplicándolo a distintas áreas de Barcelona, según encuestas.
¿Otros aspectos que contemple el proyecto y que queráis destacar?
Cristina M. El enfoque central estará dentro del ámbito de la familia y el tipo de escuelas. Queremos entender las dinámicas del proceso y el máximo de los factores que intervienen. Por ejemplo, como condiciona la dependencia del móvil la falta de autonomía o los problemas asociados a la falta de madurez, donde intervienen muchos elementos pedagógicos que trabajaremos con el Dr. Juan Albacete.
Se abre así una línea de investigación de gran alcance, con repercusiones sociales y médicas, especialmente en el ámbito de la salud mental. Diversos estudios internacionales asocian el uso intensivo de dispositivos digitales a cambios en la plasticidad cerebral y a dificultades de atención y de toma de decisiones.
«Abrimos una línea de investigación de gran alcance, con repercusiones sociales yen el ámbito de la salud mental»
Los niños y jóvenes están a menudo sobre estimulados y disponen de menor espacio de reflexión. Nuestro objetivo es identificar que variables familiares y escolares pueden mitigar este efecto y proponer estrategias basadas en evidencia. A largo plazo, esperamos aportar recomendaciones para que los chicos y chicas puedan desarrollar una relación más equilibrada con la tecnología.
