El pasado viernes 4 de octubre de 2024, la Dra. Ana García-Mina, delegada de UNIJES desde enero de 2024, ofreció una inspiradora conferencia en la que abordó los retos y oportunidades a los que se enfrentan hoy en día las instituciones universitarias, especialmente aquellas guiadas por la misión jesuita.
La Comunidad IQS inicia el curso 2024-25 con la visión inspiradora de la Dra. Ana García-Mina, delegada de UNIJES
Partiendo de la «Mínima Compañía» de San Ignacio de Loyola, la Dra. García-Mina instó a los asistentes a reflexionar sobre el propósito de la educación universitaria y a imaginar un futuro donde la misión de las universidades jesuitas sea el faro que guíe su camino. “No podemos perder el alma en este camino”, recalcó, poniendo énfasis en la importancia de no olvidar nunca los valores espirituales y humanos que caracterizan el espíritu ignaciano: servir a Dios y a los demás con dedicación y compromiso.
La misión universitaria frente a la digitalización y los nuevos paradigmas culturales
Durante su intervención, la delegada de UNIJES abordó temas cruciales como el impacto de la digitalización en el sistema de valores y la configuración de un nuevo paradigma cultural centrado en el ser humano. Hizo hincapié en que las universidades jesuitas no solo deben ofrecer una formación académica de calidad, sino también fomentar una educación integral que prepare a los estudiantes para servir a Dios y contribuir al bienestar de la sociedad. Subrayó que esta formación debe ir más allá de lo técnico, enfocándose también en el desarrollo de competencias humanas y espirituales.
La Dra. García-Mina resaltó que, en este contexto, la educación jesuita no debe perder de vista su objetivo principal: formar individuos que no solo sean competentes en sus disciplinas, sino que también estén comprometidos con los demás y con el servicio al bien común.
Compromiso con la justicia social y el acompañamiento de los jóvenes
Uno de los puntos más destacados de la charla fue el compromiso de las instituciones jesuitas con la justicia social, un tema fundamental en la misión de UNIJES. García-Mina recordó las Preferencias Apostólicas Universales, entre las que se incluye caminar junto a los excluidos, cuidar nuestra casa común y acompañar a los jóvenes en su proceso formativo, siempre promoviendo una cultura del encuentro. Al citar al Padre Pedro Arrupe, recordó una de sus frases más célebres: “No tengo miedo al nuevo mundo que surge. Me espanta que podamos dar respuestas de ayer a los problemas de mañana». Con esta reflexión, la Dra. García-Mina instó a la audiencia a no quedarse de brazos cruzados, recordando que el miedo al error no debe ser una excusa para la inacción. “En esta tarea, necesitamos amistad y complicidad”, afirmó, subrayando la importancia del trabajo conjunto.
Otro aspecto relevante de su intervención fue el análisis de la evolución de los estudiantes de grado en los centros de UNIJES. La Dra. García-Mina propuso una reflexión profunda sobre las motivaciones, actitudes, valores y competencias transversales que caracterizan a los estudiantes durante su formación universitaria. Planteó cuestiones clave como: ¿Qué perfil de graduado esperamos en UNIJES? ¿Qué perfil tiene el estudiante que ingresa y el que se gradúa? Estas preguntas invitaron a los asistentes a reflexionar sobre cómo las universidades jesuitas deben seguir adaptándose para formar profesionales competentes, conscientes, compasivos y comprometidos con la transformación social.
Educación al servicio del bien común
En la parte final de su intervención, la Dra. García-Mina reiteró la necesidad de que las universidades sean espacios de acogida y reconciliación, donde la educación esté siempre orientada al servicio del bien común. “Saber para servir” es, en definitiva, el principio que guía a las instituciones de UNIJES en su labor educativa, recordando que el verdadero aprendizaje solo cobra sentido cuando está al servicio de los demás. El acto, que inauguró los encuentros de la Comunidad IQS para el curso 2024-25, contó con la presentación del director de IQS, el Dr. Salvador Borrós, y la participación de varios miembros del patronato. La presencia de la Dra. García-Mina fue, sin duda, un estímulo para fortalecer la vinculación de toda la comunidad universitaria con la misión de la Compañía de Jesús, reafirmando su compromiso con la formación integral y el servicio a la sociedad.