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Estudios

La capacidad de decisión, una de las competencias más determinantes en un entorno de cambio como el actual

21 enero 2016
En el marco de IQS Networking & Trends, el pasado 21 de noviembre, el doctor ingeniero químico IQS Roger Guasch, actual director general de la Fundación del Gran Teatro del Liceo, convirtió una sesión dedicada a Nuevos tiempos para la gestión: competencias clave de un directivo en una cálida, directa, desenvuelta, irreproductible exposición de experiencias que solo el face to face puede ofrecer adecuadamente. 
Dra. Rosa Nomen, presentó al conferenciante Roger Guasch
El director general del Gran Teatro del Liceu i exalumno IQS ofreció una auténtica clase magistral

En el marco de IQS Networking & Trends, el pasado 21 de noviembre, el doctor ingeniero químico IQS Roger Guasch, actual director general de la Fundación del Gran Teatro del Liceo, convirtió una sesión dedicada a Nuevos tiempos para la gestión: competencias clave de un directivo en una cálida, directa, desenvuelta, irreproductible exposición de experiencias que solo el face to face puede ofrecer adecuadamente. Fue un ejemplo contrastado de cómo un IQS resulta capaz de dirigir desde empresas industriales y técnicas hasta entidades culturales, un ejemplo de cómo se conjugan a la perfección la imagen de perfil técnico educado en un centro con una tradición centenaria con la imagen de habilidades prácticas y directivas propias de la formación de IQS.

La Dra. Rosa Nomen, decana de IQS School of Engineering, desgranó el elogio del conferenciante, empezando por el currículo académico: carrera de ingeniería química en IQS (1984-1990) y doctorado en IQS (1991-1994) -de ahí su amistad con ella, que dirigió su tesis.

Roger Guasch se abrió paso en su trayectoria profesional con un año como Production Manager en Intorsa-Dainishiseika (1994-1995), y con tres años como Production and Innovation Manager en Beiersdorf (1995-1998), donde hizo mejoras, según la Dra. Nomen, sobre el esparadrapo y las «tiritas». Plant Manager en Chupa Chups entre 1998 y 2001 y tres años más como Manufacturing Corporate Manager (2001-2004). Al cerrar esta etapa pasa dos años como consultor en Solving-Efeso Consulting (2003-2005), desempeña el cargo de director general en Manufacturas Metálicas Canals, SA (2005-2010), en la que lidera la profesionalización y la innovación de una empresa familiar líder en el ámbito de cápsulas y precintos dentro del sector alimentario. Cinco años después busca nuevos aires en el Grupo La Alianza, inmerso en una gravísima crisis, en la que, también como director general, en dos años, dará un giro radical, en una fusión con el Grupo Mutua Divina Pastora (2011-2013). Y, una vez hecho este difícil trabajo, acepta el reto de levantar el Liceo de Barcelona.

Tras esta trayectoria lifelong learning, es significativa su pertenencia todavía hoy al Grupo de investigación PQAT (Productos Químicos de Alta Tecnología) de IQS. Por lo que no debe extrañar que Roger Guasch iniciara sus palabras con un agradecimiento al Químico, a la Dra. Marta Tena, que la había involucrado en esta conferencia, a Julià Sempere, Jordi Teixidó, algunos amigos del bar del Químico que estaban allí. Agradeció también la asistencia de los alumnos del máster de ingeniería química, e indicó que haría una conferencia en la que rehuiría toda aproximación teórica a las competencias clave de un directivo, y que las intentaría exponer en función de su experiencia, a fin y efecto de que pudiera ser para el público asistente, y principalmente para los alumnos, una visión práctica de la realidad… «Mi CV no es tan idílico como ha expuesto la Dra. Rosa Nomen… y así os lo expondré».

En un primer momento expuso algunas de las competencias que juzga básicas de un modo muy gráfico: desde la necesidad de compartir una visión de mando sobre la dirección de la empresa , pasando por la flexibilidad imprescindible (no confundir obstinado con terco y su variante la de adaptarse a cada nueva situación, hasta llegar a la capacidad de decisión, una de las competencias más determinantes en un entorno de incertidumbre, como el actual. A la que añadió la capacidad de saber decir no en algunos casos.

A lo largo de su conferencia evocó jugosas anécdotas como su rotura de rodilla que le convirtió en inútil temporal para el servicio militar. Esta situación le llevó a hacer el doctorado mediante un proyecto Brite-Euram, en Sandoz,  donde trabajaba por las mañanas, mientras por las tardes preparaba su doctorado en IQS.

Apenas terminado el doctorado, en noviembre de 1994 (un mes después del incendio del Teatro del Liceo), en plena crisis posterior a los Juegos Olímpicos, el P. Queralt, SJ, le ofreció trabajo, primero en Japón, con una empresa japonesa que debía arrancar una planta en Tortosa. Dainishiseika quería poner en marcha una filial en Tortosa, Intorsa, dedicada a la producción de un pigmento azul. Arrancar una fábrica de la mano de los japoneses le enseñó una competencia vital, la del trabajo en equipo, que durante 1994 y 1995 pudo practicar a fondo.

El recuerdo de las experiencias intensas y brillantes, tanto en Beiersdorf, como Chupa Chups -donde Roger Guasch dirigía las 9 fábricas del grupo-, sirvió para poner de relieve la necesidad de la competencia de «compromiso con el propio trabajo. En organizaciones de cierta envergadura aparece a menudo la actitud de salvaguarda, que debe rechazarse. Hay que mantener el compromiso y ejercer una competencia clave como es la necesidad de buscar siempre nuevos retos y no apoltronarse nunca en la silla.

Tras marchar voluntariamente de Chupa Chups para ir a buscar nuevos retos, pasó por una consultoría internacional como Solving Efeso Consulting, luego se puso en manos de un headhunter acreditado, y se integró en Manufacturas Metálicas Canals, SA, como director general. Una empresa familiar de unos 15 M de facturación, especializada en las grapas que se utilizan en las cápsulas de las botellas de vino, y allí le lideró una reingeniería total de procesos y aplica una nueva tecnología de impresión a través de Hewlett Packard que marca la diferencia. A raíz de este hecho, Roger Guasch subraya que una competencia básica es la capacidad de innovación y el cuestionárselo todo para avanzar.

Al finalizar este trabajo, Roger Guasch vivió un periodo de once meses en el paro, que aprovechó para profundizar en muchos aspectos. Indicó que era importante decirlo para que los alumnos tuvieran presente la realidad actual.

Y entonces le llega la oferta de salvar el Grupo La Alianza: uno de los cinco símbolos de Cataluña, junto a la Moreneta, el Barça, la Caja y el Racc, según le contaron los de la agencia de comunicación que tenía la Alianza. La Alianza daba cobertura a 33.000 ancianos socios sin seguridad social. Era el momento de «volver a la sociedad lo que la sociedad me había había dado». Las pérdidas eran tan grandes, que elaborar e implementar un Plan Estratégico o de Viabilidad en dos años era un reto de todo o nada. «Nunca se sabe en estos casos cuántos grados de inconsciencia o cuántos grados de provocación entran en juego.» Dos competencias que debe tener un directivo que se dedica a «solucionar» problemas.

Y, cómo no, Roger Guasch indica que una de las competencias significativas actualmente es estar al día de las nuevas tecnologías. No de forma intensiva, pero sí un conocimiento significativo. Ilustró el tema recordando que el uso de Whatsapp fue clave, en función lógicamente de la confianza creada en la palabra dada, en un momento en que el Grupo Mutua Divina Pastora de Valencia facilitó 5 millones de euros para que la Alianza pudiera salvar un grave problema de tesorería. Un año después la Alianza se fusionó con Divina Pastora. Aquellos WhatsApp ejemplifican la importancia de la comunicación y del uso de las nuevas tecnologías. Dos competencias vitales en un directivo.

Y en la actualidad tiene ante sí el reto de reconducir el Gran Teatro del Liceo de Barcelona. En tales circunstancias aparece en toda su envergadura la competencia necesaria de tomar decisiones, y con rapidez. Los conocidos binomios entre conocimiento y liderazgo, entre poder y autoridad aquí desempeñan su función. Reconoció no ser un experto en opera, sin embargo insistió que «lo más importante es hacer equipo. Que el equipo te cuide y te mime y un cuidar y mimar al equipo.» A problemas estructurales, soluciones estructurales.

Y termina la sesión con un breve turno de palabras. «No hay don, no hay suerte. Las cosas se trabajan.» «Hay que ser ético, honrado.» Principios marca IQS. «Es lícito ganar dinero. Lo peor son los amorales, que no tienen sentido ni del bien ni del mal.»

Roger Guasch, antes de decir adiós, evoca como la mejor escuela su tiempo de monitor de «esplai» en la iglesia del Pi. Nos recomienda que visitemos la página kotterinternational.com. Vuelve a salir el leitmotiv de devolver a la sociedad lo que la sociedad te ha dado.

Y nos dice un «¡Búscate la vida» como una de las competencias aprendidas en IQS relacionadas con la capacidad de aprendizaje autónomo y con la competencia de tomar decisiones, precisamente enseñadas por el actual director de IQS con el que Guasch coincidió en segundo de carrera cuando Regull era su profesor de prácticas.

Los asistentes se van con la certeza de haber asistido a una clase magistral.