¿Investigación o transferencia? ¿Dónde se encuentra la frontera? El reto consiste esencialmente en transformar una organización centrada en “la investigación académica” en una organización capaz de “comercializar los resultados de esta investigación, sus tecnologías, ideas y conocimientos”. No se trata de un cambio de actividad, sino de ser hábiles para desarrollar la capacidad simultánea de llevar a cabo ambas actividades.
¿Investigación o transferencia? ¿Dónde acaba una y empieza la otra? En IQS, la mayoría de las líneas de investigación se enfocan hacia su aplicabilidad industrial. No en vano, la relación con las empresas de nuestro entorno tiene un largo recorrido. Cuando en 1983, el Modelo de la Triple Hélice de Etzkowitz postulaba que la interacción entre la universidad, la industria y el gobierno eran un factor clave para el impulso de la innovación en una sociedad basada en el conocimiento, IQS ya contaba entonces con un laboratorio especializado en el análisis de productos industriales para terceros, ya había impulsado la creación de nuevas empresas de base tecnológica y se planteaba la creación de una estructura interna para gestionar este enlace entre la industria y la universidad.
Actualmente, la comercialización de la investigación universitaria es considerada uno de los factores clave para la competitividad de un territorio y para sudesarrollo económico y social. Ninguna universidad quiere estar fuera de este entorno. Sin embargo, es complejo. Está en el orden del día la polémica sobre si deben existir dos tipos de universidades: por un lado las focalizadas únicamente en la formación y la actividad docente y por otro lado las que además se fundamentan en su actividad de investigación y de transferencia.
Etzkowitz acuña el término “universidad emprendedora” para describir las instituciones que se han convertido en esenciales para el desarrollo económico regional mediante la innovación tecnológica. La universidad emprendedora es la que vas más allá de la actividad docente y de la investigación, y consigue ofrecer de manera efectiva su 'tercera misión' a través de la transferencia de tecnología.
Cuando se habla de transferencia de tecnología universitaria, la atención se centra en la comercialización de la tecnología protegida mediante patente, a través de contratos de licencia con empresas existentes o bien a través de la creación de nuevas empresas de base tecnológica (start-ups) cuya finalidad es el desarrollo posterior de esta tecnología y su comercialización.
Sin embargo, por definición, latransferencia de tecnología es el proceso de transmisión de los resultados científicos de una organización a otra con el fin de un mayor desarrollo y comercialización. Desde esta perspectiva más amplia, la transferencia de tecnología universitaria también incluye otras actividades basadas en el conocimiento, además de los desarrollos científicos y tecnológicos. Algunos de los ejemplos más habituales en IQS y en otras universidades son:
- La realización de actividades de asistencia técnica, consultoría y asesoramiento a empresas, basadas en el conocimiento del profesor en determinados campos científicos y tecnológicos.
- Los proyectos de I+D+i realizados conjuntamente con empresas, en los que se combinan la base científica, las herramientas metodológicas y el reto industrial.
- La prestación de servicios tecnológicos basados en los nuevos desarrollos conseguidos a partir de la investigación.
En los últimos años, las universidades han estado trabajando en la creación de nuevas estructuras con el fin de fomentar la transferencia de tecnología y el espíritu emprendedor. Estos cambios intentan provocar una necesaria “revolución académica”. El reto consiste esencialmente en transformar una organización que está centrada en “la investigación académica” en una organización capaz de “comercializar los resultados de esta investigación, sus tecnologías, ideas y conocimientos”. No se trata de un cambio de actividad, sino de ser hábiles para desarrollar la capacidad simultánea de llevar a cabo ambas actividades.
La comercialización de la investigación académica es compleja y el principal obstáculo es la tensión inherente entre las exigencias académicas y las demandas de la industria. Esta tensión toma varias formas. En primer lugar, la universidad y la industria tienen diferentes objetivos de investigación. La industria se centra en una investigación de menor riesgo con aplicabilidad comercial directa, mientras que las instituciones de investigación académica suelen trabajar en proyectos con horizontes de tiempo más largos y con resultados menos predecibles.
En segundo lugar, el mundo académico se fundamenta en la difusión del conocimiento y la divulgación completa de los métodos y resultados a través de su publicación en revistas científicas y tesis doctorales, así como las ponencias en conferencias internacionales. Por otra parte, el sector industrial busca activamente la protección de los resultados y el control estricto de la propiedad intelectual.
En tercer lugar, y en relación con el punto anterior, la comunidad académica es valorada por la publicación de sus ideas innovadoras tan rápida y ampliamente como sea posible, mientras que los intereses industriales tratan de conseguir incrementar sus cifras de negocio con el desarrollo de nuevas innovaciones.
Por último, no olvidemos que además de investigador y experto en determinadas áreas científicas y tecnológicas, el "profesor universitario" es también docente, formador de profesionales, motivador de inquietudes profesionales, tutor y guía, capacitador de habilidades, educador de las actitudes y, sobre todo, es una persona comprometida con la sociedad. ¡Mi reconocimiento y admiración para todos los que, con su implicación, contribuyen en construir un mundo mejor!
Dra. Núria Vallmitjana
Directora de IQS Tech Transfer