“La planta Piloto de Bioprocesos de IQS ofrece un marco único para dar respuesta a las necesidades de las empresas en el área de la biotecnología industrial: el escalado de procesos y la formación práctica. Y Bionet es el socio ideal para acompañar a IQS en estas actividades”
Ricardo Egea, fundador y CEO de Bionet Ingeniería. |
Empecemos hablando de la empresa Bionet. ¿Cuándo se creó y por qué?
Bionet se creó, a final de 1999, para trabajar en un sector muy distinto al que trabajamos ahora. Empezamos como una consultora de ingeniería ambiental, para aprovechar las muchas oportunidades que iban a surgir de la aplicación de la legislación europea en la industria española. Durante la década del 2000 Bionet ofreció servicios ambientales, que abarcaban desde las auditorías ambientales hasta la construcción llave en mano de depuradoras. Parte de nuestro trabajo eran las colaboraciones con contratistas públicos en labores de ingeniería de plantas urbanas de tratamientos de aguas y de residuos urbanos. Así mismo, también teníamos una actividad de construcción de plantas piloto, para el sector ambiental y también para sector alimentario y químico.
Hacia el final de la década ocurrieron varias cosas que nos hicieron reorientar completamente nuestra actividad. La primera fue la incorporación de un equipo humano proveniente de una empresa bio-farmacéutica. Esta empresa se dedicaba a la producción de antibióticos mediante la fermentación a gran escala, y estaba en proceso de liquidación. La segunda, que ocurrió poco tiempo después, fue el colapso del mercado al que servíamos, por la congelación de las inversiones, tanto públicas como privadas.
En ese momento tomamos dos decisiones, que han sido luego muy importantes. Primero aprovechar el conocimiento de ese equipo humano para crear una actividad en el nicho de la biotecnología industrial, priorizando también la actividad comercial en el mismo. La segunda fue empezar a desarrollar tecnología propia, dejando de ser solo una ingeniería que diseña a medida para cada el cliente y evolucionando hacia una empresa de producto. Esto significó iniciar una importante inversión en I+D, que hemos ido incrementando con el paso de los años.
Y esas dos decisiones nos llevan donde estamos ahora: a ser una empresa que produce equipos de proceso y da servicios para la biotecnología, tanto a nivel de laboratorio como industriales, con una gama de producto propio líder en el sector y con presencia global.
¿Qué características distintivas destacaría en los equipos de Bionet?
Los biorreactores, sistemas de filtración tangencial y equipos auxiliares de bioprocesos que diseñamos y fabricamos comparten una serie de características que son comunes y que mantenemos en toda la gama de producto. La primera es calidad orientada a la robustez y disponibilidad. En Bionet nunca hemos ahorrado en calidad de componentes o en soluciones demasiado ajustadas que supongan un riesgo de fallo. Tras la seguridad, que siempre ha de ser prioritaria, lo más importante de un equipo de laboratorio o industrial es que ha de estar disponible para realizar su función. Por eso, nuestros diseños y construcción están pensados para funcionar durante muchos años sin fallos.
La segunda es la flexibilidad basada en la modularidad. Especialmente en las etapas de I+D, los equipos han de estar preparados para incorporar nuevas capacidades (sobre todo en instrumentación) de manera sencilla. Los softwares de bioprocesos de Bionet (ROSITA y MARTA) permiten que los equipos crezcan fácilmente para incorporar nuevos controles y actuadores.
La última característica es la permanente innovación tecnológica. Nuestro objetivo es tener los equipos más avanzados en los nichos donde nos movemos y que sus capacidades sean similares a los de empresas que llevan muchos años haciendo esto. Fruto de nuestra alta inversión en I+D+i diría que lo estamos consiguiendo.
¿Cuál es el perfil de sus clientes?
Todos nuestros clientes comparten una característica común: su actividad tiene un componente de innovación muy alto. Esto incluye a proveedores de servicios tecnológicos (Universidades, Centros Tecnológicos o Empresas de Servicios de I+D) y a empresas que están desarrollando nuevos procesos para ellas mismas.
Por sectores, el ámbito se amplía cada día. La biotecnología (entendiendo como la producción de moléculas mediante procesos biológicos y/o de organismos microbianos o células de interés) está en expansión. Hace años la mayor parte de la actividad se concentraba en el sector bio-farmacéutico y, sin embargo, hoy en día tenemos clientes que hacen bio-plásticos, colorantes, cosméticos, bio-pesticidas, etc. y otra multitud de productos para diversos sectores y aplicaciones.
Y por tamaño tenemos realmente de todo. Desde start-ups con menos de 10 trabajadores a multinacionales con decenas de miles de trabajadores y sedes en casi todos los países del mundo.
¿Qué representa para su empresa la relación que han establecido con IQS, derivada de la instalación de esta nueva planta piloto de bioprocesos?
La relación de Bionet con IQS tiene ya mucha historia y la instalación de la planta piloto inicia una nueva etapa, que esperamos sea muy fructífera.
Todo empezó en 2013, cuando organizamos conjuntamente una jornada de escalado – “del laboratorio al mercado” – para la biotecnología industrial. La convocatoria fue un éxito y la volvimos a repetir pasados 2 años, con aún más asistencia de empresas.
Aquello demostró que había un interés importante en adquirir conocimiento práctico en el escalado de procesos y que IQS es una referencia para muchas empresas que tenían la biotecnología entre sus necesidades inmediatas o sus objetivos a medio plazo.
La Planta Piloto de Bioprocesos de IQS ofrece un marco único en España para dar respuesta a esas necesidades: el escalado de bioprocesos y la formación práctica. Además, está ubicada en Barcelona, una ciudad con gran atractivo para dar servicios de ámbito internacional.
Bionet, por su red de contactos a nivel mundial y la información que eso nos aporta de sus necesidades, nuestro conocimiento de los procesos y la calidad de nuestro capital humano (con, entre otros, 5 doctores dedicados a los procesos biotecnológicos) es el socio ideal para acompañar a IQS en estas actividades.
¿Qué sectores se pueden beneficiar, y de qué modo, con esta nueva instalación?
Como se ha dicho antes, la biotecnología está en expansión en multitud de sectores. En el caso de la Planta Piloto de IQS los sectores naturales serían el químico, el alimentario y el agrícola.
La planta tiene las especificaciones y capacidades para producir para esos sectores, sumado al hecho que IQS tiene la tradición, el conocimiento técnico y los servicios complementarios para servirles plenamente.
¿Cuál es su visión de futuro en los bioprocesos? A nivel mundial y en nuestro entorno más próximo.
En Bionet creemos que el sector se está acercando a lo que podríamos denominar “el momento de la verdad”. En los últimos años ha habido una inversión creciente en I+D para desarrollar nuevos productos y ahora es el momento de salir del laboratorio y saltar a la producción industrial y al mercado.
Eso va a generar muchas necesidades en múltiples ámbitos, como el escalado de procesos y su optimización, la formación de técnicos para las nuevas industrias y el suministro de equipamiento y servicios asociados.
Los números así lo confirman. Por poner dos ejemplos, en biofarma el crecimiento esperado es más de un 8% anual para los próximos cinco años (el doble que su industria y tres veces el crecimiento mundial); y el mercado de los bioestimulantes para agricultura, se estima un crecimiento del 10% anual.
Nosotros percibimos que esta tendencia es muy similar en distintas regiones. Y vemos al mercado español incluso más activo que otros, con muchas oportunidades en todas las etapas de los proyectos, desde el I+D hasta la implantación industrial.
Finalmente, ¿cuáles son los planes de futuro de Bionet?
Creemos que tenemos el potencial de convertirnos en una de las tres empresas líderes, de nuestro nicho de mercado. Actualmente nuestra oferta tecnológica es, en muchos aspectos, equivalente al que tiene nuestra competencia. Estas son empresas que llevan más de 40 años dedicadas a esta actividad y con una red de distribución consolidada.
Por lo tanto el primer reto es mejorar la comercialización de nuestros productos y servicios. En 2019, un 55% de nuestras ventas ha sido en exportación y eso, considerando el peso que el mercado español tiene a nivel mundial, indica el alto potencial de crecimiento que tenemos. El reto puede parecer imposible pero la ola de fusiones y adquisiciones del sector está provocando oportunidades de distribución. Así mismo, la ampliación del sector y el marketing y comercio digital también abren nuevas posibilidades a una empresa como Bionet.
Sin duda, este esfuerzo comercial ha de ir acompañado de mantener una fuerte inversión en I+D, que nos permita seguir mejorando nuestra oferta de los productos existentes y poder introducir nuevos productos en el mercado.
Por último, nuestra oferta tecnológica ha de venir acompañada de servicios de soporte; y en esa estrategia nuestra colaboración con IQS, en escalado de procesos y formación, es un elemento fundamental de nuestro futuro.