“Mediante la inteligencia artificial, es esperable disponer de medios más rápidos y efectivos de diagnóstico, tener mayor seguridad en nuestras decisiones para disponer de una mayor capacidad de prever infinidad de escenarios posibles, corregir errores más rápido o evitarlos gracias a nuevos procesos de reconducción interventiva”.
Miquel Romero en un momento de la Open Class impartida en IQS. |
Recientemente, IQS Executive Education organizó una Open Class, dirigida especialmente a las empresas del sector químico-farmacéutico, para aproximarlas a la aplicación del Big Data y la Inteligencia Artificial. El objetivo era ofrecer nuevas rutas de análisis de los datos generados en los procesos industriales, desde una exploración práctica y sencilla de los conceptos mencionados.
La Open Class, que contó con una excelente participación de las empresas del sector, fue impartida por Miquel Romero, Senior Quality Assurance de Almirall y Profesor de IQS Executive Education. En este entorno, realizamos la siguiente entrevista.
¿Cuál es su visión de la denominada cuarta revolución industrial?
No es otra cosa que la evolución esperable de la denominada revolución digital, también conocida como tercera revolución industrial, iniciada hacia la segunda mitad de la década de los 80 del siglo XX. Gracias al incremento computacional de los ordenadores, teorías y principios desarrollados anteriormente, pero no extendidos por las limitaciones técnicas del momento, ven la luz en aplicaciones prácticas, tanto en la vida personal como en la industria.
Son propios de esta nueva revolución industrial el tratamiento masivo de datos, para la observación de modelos de comportamiento, la predicción anticipada, la robótica avanzada o la inteligencia artificial dando soporte a las decisiones humanas.
¿Por qué es importante que los nuevos profesionales de los sectores químico y farmacéutico se formen en cursos de especialización, como los que imparte IQS?
El conocimiento de los profesionales tiene que evolucionar paralelamente al progreso de la ciencia y la tecnología. En estos momentos, el progreso técnico es más rápido que en el pasado, donde el conocimiento se transmitía principalmente por los libros y las explicaciones de los expertos a los noveles. Las herramientas y la información están ahora más disponibles que nunca para todos. Los profesionales que se adapten a los nuevos conocimientos y que hagan uso de ellos tendrán una ventaja indiscutible respecto a los otros.
¿Por qué son importantes conceptos como Biga Data e Inteligencia Artificial en un sector industrial como el farmacéutico, del que usted procede?
En cualquier sector, sin distinciones, estos conceptos son bastante importantes, en el sentido que pueden acelerar la adquisición de conocimiento y dotarlo de consistencia. El sector farmacéutico no es diferente, en este sentido. Los estudios de mercado, la optimización industrial o la mejora continua de la calidad son ámbitos de aplicación donde las nuevas tecnologías mencionadas tienen lugar.
Como ejemplos, y solo por mencionar algunos casos de aplicación práctica, podemos pasar del mantenimiento preventivo clásico a que los equipos nos informen de la frecuencia y tipo de mantenimiento óptimo, según el uso y el envejecimiento del mismo; podemos optimizar las estrategias de control de manera que maximicen su efectividad con el menor coste posible; podemos planificar las fábricas de forma más realista, considerando los efectos estocásticos que generan los retrasos, anomalías o cualquier otra fuente de variabilidad; podemos hacer que los almacenes robotizados aprendan el usos que debemos hacer para reducir tiempos de entrega, o para ahorrar energía.
Vivimos inmersos en una multitud de nuevas terminologías… pero, ¿no hace ya tiempo que muchos de estos conceptos se están aplicando en entornos industriales?
Realmente, no tenemos tanta terminología nueva. Por ejemplo, el término “inteligencia artificial” se utiliza desde los 50. Como hemos comentado anteriormente, no ha sido posible aplicarla hasta que los algoritmos definidos años atrás han podido ejecutarse en ordenadores de capacidad de procesamiento suficiente para que la respuesta llegue a tiempo de ser reutilizada y crear un lazo de control que permita la mejora a través de la realimentación.
Respecto al tiempo de uso en determinados sectores, hay que decir que los menos regulados son los primeros en aplicarlo, debido a que no necesitan ser “autorizados” ni que las administraciones que los regulan lo entiendan. En otras palabras, la elevada regulación del sector farmacéutico es el freno más importante para la revolución tecnológica. Pero, para no ver el vaso medio vacío, podemos decir que esto también se convierte en un seguro de que lo que aplicamos en el sector farmacéutico tiene un cierto nivel de validación (en el sentido de prueba previa), porque otros ya lo han aplicado con más o menos éxito.
¿Qué alteraciones/cambios importantes prevé en la industria actual con la explosión de la Inteligencia Artificial? ¿Afectará a todos los sectores de actividad?
Es esperable disponer de medios más rápidos y efectivos de diagnóstico, tener mayor seguridad en nuestras decisiones para disponer de una mayor capacidad de prever infinidad de escenarios posibles, corregir errores más rápido o evitarlos gracias a nuevos procesos de reconducción interventiva.
Sin lugar a dudas, afectará a todos los sectores de actividad, sin excepción. La rapidez con que esto pase, dependerá de la riqueza del sector, el soporte de los gobiernos y el nivel de regulación al que estén sometidos.