“En el proyecto Hydrolage buscamos un tratamiento para la artrosis combinando un biomaterial para regenerar el cartílago con terapia génica con nanopartículas de ARN para tratar la inflamación”
Dra. Núria Oliva, profesora de IQS e investigadora del grupo GEMAT
La Dra. Núria Oliva, investigadora del Grupo de Ingeniería de Materiales – GEMAT, lidera en IQS el proyecto Hydrolage. El objetivo principal de este proyecto es buscar un tratamiento para la artrosis, combinando un biomaterial que imita el tejido del cartílago (que desaparece progresivamente como consecuencia de la enfermedad) con una terapia génica habilitada por nanopartículas de ARN, promoviendo simultáneamente el tratamiento de la inflamación producida por la artrosis y la generación de nuevo cartílago. Para llevar a cabo este proyecto, la Dra. Oliva ha conseguido una de las prestigiosas becas Junior Leader Retaining que otorga la Fundación La Caixa.
Hablamos con la Dra. Núria Oliva de su trayectoria de investigación y de su regreso a IQS.
Núria, te fuiste al MIT para realizar tu tesis doctoral, y ahora regresas a IQS – 13 años más tarde – como profesora e investigadora. ¿Cuál ha sido tu trayectoria durante todo este tiempo?
Cuando acabé la carrera en IQS en Química Orgánica, me fui al Massachussets Institute of Technology (MIT) para realizar una estancia de investigación de un año con el profesor Dr. Elazer Edelman y la Dra. Natalie Artzi. Y descubrí que me gustaba mucho la investigación, así que en el 2011 empecé un programa de doctorado compartido entre la Universidad de Harvard (donde se hace primer curso de medicina) y el MIT (donde se asiste a clases de ingeniería). Es un doctorado puente entre ambas disciplinas, con la visión de la ingeniería como solución a problemas médicos. Así, tanto hice clases de biomateriales como de diferentes áreas de medicina, empezando mi primera investigación en el desarrollo de bio-adhesivos para sellar heridas en el tracto gastrointestinal. Un gran porcentaje de las cirugías gastrointestinales tienen problemas de supuración de las heridas alrededor de las suturas, dando lugar a inflamación e infecciones de la zona peritoneal. El uso de adhesivos inyectables es ideal para sellar estas heridas y evitar esta supuración después de las cirugías. Esta línea de investigación se encuentra actualmente en ensayos preclínicos en una startup en Estados Unidos.
Pero siempre había querido investigar sobre el cáncer, así que, en una segunda parte del doctorado, y con los mismos biomateriales, empecé a desarrollar nanopartículas para liberar fármacos de forma localizada dentro del tumor en casos de cáncer de mama, intentando evitar los efectos secundarios de la quimioterapia sistémica.
Acabado el doctorado, tuve una beca postdoctoral de un año en Harvard, donde empezamos a hacer ensayos preclínicos de esta nanotecnología en ratones, y donde vimos que, además de reducir el tamaño de los tumores, estos tratamientos no mostraban efectos secundarios, lo cual era muy prometedor.
En el 2018, conseguí una beca TECNIOspring Plus (MSCA) de ACCIÓ, para un proyecto de colaboración en transferencia de tecnología entre IQS (grupo GEMAT, Dr. Salvador Borrós) y el Imperial College (IC) de Londres (grupo del Dr. Ben Almquist), el proyecto HydromiRNA. En este caso, desarrollamos un biomaterial, inyectable también, que liberaba nanopartículas de ARN para tratar y sanar úlceras de pie diabético. Es una línea de investigación muy interesante, porque estas personas tienen una calidad de vida muy mala, siempre con dolor y movilidad restringida, siendo la principal causa de amputaciones no traumáticas. Estamos viendo que las nanopartículas liberadoras de este ARN terapéutico ayudan a que las células puedan crecer y regenerar el tejido. Dado que el apósito es inyectable y se amolda a la herida, existe mucho contacto y puede ir liberando este tratamiento en el interior de la úlcera. Por tanto, ¡vamos adelante!
Al mismo tiempo, decidí inscribirme en el programa incubadora Medtech superconnector del IC, donde ayudan a investigadores con tecnologías médicas prometedoras a contactar con médicos y pacientes, y estar así en consonancia con el posible mercado donde llevar sus tecnologías. Y en septiembre del 2020, en plena pandemia, gané una de las prestigiosas becas Imperial College Research Fellowship, para empezar mi propio grupo de investigación independiente.
Además de continuar la investigación en apósitos de úlceras de pie diabético, empecé otras líneas de investigación que, ahora, he traído conmigo a IQS, incluyendo nanotecnologías para liberar quimioterapia de forma selectiva en células cancerosas, bioadhesivos para minimizar cicatrices, o biomateriales inyectables para regeneración de tejidos, como el caso del cartílago.
“He estado fuera durante 13 años, pero siempre he mantenido el vínculo con IQS y con el grupo GEMAT”
Durante todo este tiempo has mantenido la colaboración con IQS/GEMAT. ¿Qué te hace ahora volver a IQS para seguir desarrollando tu carrera investigadora y académica?
La colaboración ha sido continua: cuando estaba en el MIT, en Estados Unidos, ayudando a los estudiantes que iban desde IQS para hacer estancias; y después en el Imperial College igual, co-supervisando estudiantes de máster y doctorado con el Dr. Salvador Borrós.
He estado cinco años en el Reino Unido, nunca me he ido de aquí y mi investigación ha estado siempre ligada a IQS y especialmente al GEMAT. Ahora, vuelvo ‘a casa’ con esta beca de Fundación La Caixa, un regreso que ha sido muy trabajado y con mucha preparación. Aprovechamos la convocatoria de becas Junior Leader de La Caixa para pedir una y volver a IQS como profesora contratada doctora dentro del grupo GEMAT, sin dejar mi investigación en Londres, que continúa con una Engineering Physical Science Research Council – EPSRC New Investigator Award durante dos años más.
“Vuelvo a IQS porque los valores del centro están muy en consonancia con los míos, en un entorno muy favorable a los investigadores”
Ahora, soy oficialmente parte del grupo de investigación y profesora del centro. Y he vuelto porque los valores actuales de IQS están en consonancia con lo que yo quiero, encajan muy bien con aquello que siempre he buscado. El mundo académico es muy competitivo y a veces muy duro, y es muy importante que una institución se preocupe por sus investigadores, por las líneas de futuro… y eso se ‘palpa’ actualmente aquí.
Siempre he tenido mucho soporte y muy buena sintonía con el Dr. Salvador Borrós, coordinador del grupo GEMAT y actual director general de IQS. Por eso he vuelto, porque tengo la seguridad de hacerlo a un lugar con mucha calidad profesional y donde me sentiré apoyada, en un entorno muy favorable para los investigadores.
¿Qué representa para ti haber conseguido esta prestigiosa beca Junior Leader Retaining?
Son becas muy competitivas, efectivamente. Había más de 300 solicitudes, de las cuales hicieron 30 entrevistas y concedieron 15 becas. Quedé en el primer lugar en el ranking, con muy buena puntuación. ¡Estoy muy contenta y satisfecha!
Es mi segunda beca de La Caixa, con la primera pude ir a Estados Unidos. Ahora, se cierra el ciclo: La Caixa me llevó fuera, y La Caixa me devuelve a casa.
Al mismo tiempo me concedieron una beca Ramón y Cajal, a la que tuve que renunciar por incompatibilidad de las ayudas.
Con esta beca vuelves para realizar el proyecto Hydrolage. Háblanos un poco de los objetivos que perseguís.
Este proyecto lo comencé ya en el Imperial College. Vimos que había un problema con la artrosis, una enfermedad degenerativa que afecta a una de cada tres personas mayores de 45 años, es muy dolorosa y acaba en la desaparición del cartílago de las articulaciones, friccionando hueso contra hueso. Actualmente, solo se trata por administración de antiinflamatorios, tratamientos que resultan poco efectivos dad la ausencia de vasos sanguíneos en los cartílagos. La alternativa a estos, las inyecciones de ácido hialurónico, tampoco es la solución, ya que resultan poco efectivas en articulaciones como la rodilla (que debe soportar mucho peso), debido a la consistencia gelatinosa del propio ácido.
En el proyecto Hydrolage buscamos un biomaterial inyectable de propiedades mecánicas similares al propio cartílago, por ejemplo dureza superior (para poder soportar el peso del cuero), y que además dé las señales adecuadas para hacer que las células de cartílago ‘sientan un entorno natural’ (a partir de fuerzas químicas, mecánicas y biológicas), y así evitar procesos no deseados, como la transformación de células de cartílago en células óseas, o la activación de procesos inflamatorios que degraden el cartílago.
Poner todo esto en un material es muy complicado, y aún más si buscamos una vía de administración mínimamente invasiva, como inyectable o cirugía laparoscópica. No obstante, la parte transnacional más adelante presentará una solución más sencilla y económica, evitando las cirugías abiertas tradicionales y disminuyendo los tiempos de hospitalización y recuperación después de la cirugía. Disponemos ya de un prototipo que queremos desarrollar dentro de este proyecto, basado en la condroitina, componente principal del tejido del cartílago, pero que es muy blando. Lo hemos endurecido químicamente, pero haciendo que a la vez se pueda inyectar y pueda, en primer lugar, a reemplazar el cartílago deteriorado por la artrosis. En una segunda fase, buscaremos como regenerar el cartílago a partir de la acción de este biomaterial sobre los propios condrocitos (responsables de la alteración de la respuesta inmune del sistema y del aumento del deterioro del tejido del cartílago). Y en una última fase, combinaremos estos biomateriales inyectables con terapias de ARN, para tratar la inflamación.
Es un proyecto muy ‘chulo’, que podría mejorar muchísimo la calidad de vida de las personas mayores, y que además podría tener una salida muy buena en medicina deportiva.
El proyecto Hydrolage está financiado por Becas de Posdoctorado Junior Leader de la Fundación “la Caixa” convocatoria 2022.