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Estudios

Entrevista a Antón Valero, Presidente de FEIQUE

16 febrero 2018

«La química es una profesión apasionante, que necesita personas decididas, dispuestas a no dejar de aprender, porque la química es cambiante y se adapta a los tiempos.»

Antón Valero, Presidente de FEIQUE

"La química es una profesión apasionante, que necesita personas decididas, dispuestas a no dejar de aprender, porque la química es cambiante y se adapta a los tiempos."

Comenzamos un nuevo año y manda la tradición hacer balance del pasado y lista de deseos al futuro. Como Presidente de Feique, ¿cuál sería su balance del 2017 y qué le pediría al 2018?

En el año 2017 la Industria Química ha demostrado que goza de una buena salud. Ha mantenido la tendencia de desarrollo de años anteriores y se ha consolidado como sector clave para la economía española. Contamos ya con más de 3.000 empresas, con una cifra de negocios superior a 59.000 millones de euros y generamos el 12,8% del producto industrial bruto. Además, el sector es uno de los principales en creación de empleo estable y de calidad. En 2017 hemos generado 193.500 empleos directos que, sumados a los indirectos e inducidos, ascienden a 630.000 trabajadores, cifra que se acerca mucho al techo máximo del sector logrado en 2008 y que, según nuestras previsiones, esperamos alcanzar este mismo año.

A la pregunta qué le pido a 2018, claramente, en cuanto al comportamiento del sector, espero que continuemos en la misma senda de crecimiento con la recuperación del consumo interno y el mantenimiento de un ritmo exportador creciente, generar crecimiento económico, aportar soluciones a los desafíos sociales y seguir apostando por la I+D+i para conseguir implantar un verdadero modelo basado en la economía circular. En definitiva, continuar transitando por el mismo camino, pues estos factores son los que nos permiten ser un sector próspero y cada vez más competitivo.

Y a nivel institucional, espero que 2018 sea el año en que las diferentes fuerzas políticas consensuen finalmente un Pacto de Estado por la Industria, ya que el peso y la calidad de la industria es una cuestión estratégica para el país, pues determina nuestra capacidad de competir con el resto de potencias económicas.

 

El sector químico es uno de los sectores clave en España y en Europa. ¿Qué cree que queda por hacer como sector para ser más reconocido y valorado tanto por la sociedad como por sus instituciones?

Bueno, España es uno de los países con mayor implantación de industria química de Europa y es en el que la ciudadanía valora mejor al sector químico. Este dato se ha hecho público en una encuesta realizada en 2017 por el Consejo Europeo de la Industria Química (CEFIC) y cabe destacar que la contribución de la Química al desarrollo económico y a la mejora de la calidad de vida y el bienestar social son algunas de las aportaciones mejor percibidas entre los encuestados.

En el caso de las instituciones, aunque ya se están cambiando muchas inercias, creo que es necesario aún un cambio profundo de la conciencia sobre la aportación de valor que genera la industria en su conjunto, no sólo la química, ya que resulta urgentecontar con políticas y consensos de verdadero corte proindustrial. Tal y como apuntaba anteriormente, es necesario materializar el impulso de este sector y que no se desincentive la inversión, tanto en Europa como en España.

Las perspectivas son buenas, somos un sector creciente e innovador, pero esta potencialidad debe ir acompañada de las políticas adecuadas para allanar el camino hacia algo que está ya en boca de todos los países punteros del mundo: la lucha contra el cambio climático y el cambio hacia el modelo de Economía Circular son un hecho.

En el ámbito de la reducción de emisiones, la química es un factor fundamental para el desarrollo de nuevos modelos de eficiencia energética a partir de energías renovables, de su almacenamiento, la valorización de residuos como, por ejemplo, los usos del CO2 como materia prima, el futuro de la movilidad, el coche eléctrico, y un largo etcétera, en los que la innovación química está ya presente y debe seguirse potenciando desde el ámbito institucional.  

De hecho, en los últimos años, la industria química se ha esforzado en aportar soluciones para sostener el modelo de Economía Circular desarrollando nuevos proyectos y tecnologías, más eficientes, y potenciando la reutilización de los residuos con el fin de hacer suya la máxima de generar más con menos.

 

¿Cuáles serían las líneas de producto esenciales para mantener las plantas productivas nacionales?

Si algo define a la industria química española es su heterogeneidad, genera miles de productos que se utilizan en casi todos los sectores industriales y en los propios mercados de consumo. No disponemos de la receta infalible, pero lo que sí tenemos claro es que el sector debe seguir focalizando su competitividad en la especialización apostando por la I+D+i, con el fin de diversificar su actividad con productos de mayor valor añadido que el de nuestros competidores como de hecho ya se está haciendo.

Si consideramos el sector químico como un commodity, perdemos nuestro valor diferencial, sin embargo, la investigación es lo que nos permite realmente evolucionar para ir cubriendo nuevas demandas sociales y por tanto nuevas oportunidades de negocio que sin duda, irán muy ligadas -de hecho ya lo están- a reducir el consumo de recursos y a la contribución al desarrollo sostenible de manera global.  

No olvidemos que la química está presente prácticamente en la totalidad de sectores económicos al contribuir de forma constante a ofrecer soluciones globales y sostenibles a un amplio abanico de retos y demandas sociales relacionados con la energía y el cambio climático, agua y alimentación, crecimiento demográfico y salud, mantenimiento de recursos naturales y protección del medio ambiente, proyección que sostiene perfectamente unas positivas perspectivas de crecimiento para el sector a medio y largo plazo.

 

¿Ve posible que las filiales químicas en España tengan estructuras importantes en las áreas de I+D+i?

Por supuesto. Y no es un futurible sino que está pasando ya en el presente. Es un hecho constatable que las empresas químicas están apostando con fuerza por la innovación y los negocios basados en la sostenibilidad.

Hay que tener en cuenta que la industria química española, que incluye evidentemente a las filiales de matrices internacionales de peso, está experimentando un auge interesante con nuevos procesos de producción y punteros modelos de negocio, que aprovechan las oportunidades que brindan las nuevas tecnologías y se apoyan en la investigación.

Los investigadores españoles, además, están muy bien valorados en el mercado internacional y España, como país, debido a su situación geoestratégica, es una puerta al mercado europeo, por lo que está situada en la diana de las multinacionales que apuestan por la innovación.

 

¿A qué retos se enfrenta el sector y qué aspectos clave considera que siguen pendientes?

A largo plazo, las estimaciones de las principales agencias de prospección indican que el químico es el sector industrial que mayor crecimiento productivo experimentará hasta 2030: un 4,5% anual, aproximadamente. Esto significa que en 2030 la industria química mundial tendrá el doble del tamaño actual, pero este gran potencial puede verse lastrado si no se mejoran los factores de competitividad.

Además, existen determinados factores de competitividad que son transversales a gran parte de los sectores industriales de España: los costes energéticos, la mayor eficacia de los procesos y la orientación al comercio internacional de las políticas de infraestructuras en logística y transporte, o el sobrecoste y sobrerregulación derivado del marco regulatorio europeo. Todos ellos son aún asignaturas pendientes muy importantes.  

 

¿Qué necesita la Industria Química española de un Centro tecnológico o de un Centro Universitario para conseguir colaboraciones útiles?

Necesitamos especialización y alta cualificación. El sector químico genera empleo estable y de calidad y demanda alta cualificación y flexibilidad. La demanda de especialistas de diferentes áreas cada vez va a más, porque con la evolución tecnológica y los nuevos sistemas de producción se están creando profesiones que hace 30 años ni existían.

Por ello, necesitamos que los Centros Universitarios se esmeren en generar profesionales con un alto nivel de conocimiento, pero también dotados de determinadas de habilidades sociales y de trabajo en equipo. Y explico esto porque cuando hablamos de química, la primera imagen que nos viene a la cabeza es una persona en un laboratorio, pero el actual profesional ya no está solo en un laboratorio, sino que forma parte de equipos multidisciplinares y bien cohesionados, compuestos por profesionales de distintas áreas. Así se consigue el éxito en los grupos de trabajo y esto es algo que se debe inculcar desde los centros de estudios.

 

¿Qué les diría y aconsejaría a los nuevos y futuros profesionales de las áreas químicas?

En fin, yo mismo soy químico y toda mi carrera profesional ha estado ligada a este ámbito. Lo único que puedo decir a los jóvenes que están valorando o que ya han decidido que quieren dedicarse a cualquier área de la química es que lo hagan con pasión. La química es una profesión apasionante, que necesita personas decididas, dispuestas a no dejar de aprender, porque la química es cambiante y se adapta a los tiempos.

Queremos que las nuevas mentes del mañana entren hoy a trabajar en nuestro sector, que se desarrollen profesionalmente en la industria química, que tengan curiosidad para buscar nuevas soluciones a los desafíos sociales y que se especialicen en el área que más les estimule. La química cuenta con un amplio abanico de salidas laborales y es un fantástico sector en el que desempeñar una trayectoria profesional pero, sobre todo, es un sector que necesita personas capaces y con muchas ganas de dar forma al futuro que viene.