“El objetivo que tenemos cuando hacemos tecnología e innovamos es ir y explorar mucho más allá de los límites, no por rebeldía, sino por curiosidad de explorador”
El Dr. Luis Pérez-Breva en el marco del pasado IQS Tech Fest. |
Entrevista al Dr. Luis Pérez-Breva, Director del MIT iTeams, Ingeniero Químico IQS, Doctor en Ciencias Computacionales e Inteligencia Artificial, autor del libro ‘Innovar, un manifiesto de acción’
¿Hay una nueva manera de entender la innovación? ¿Es lo que nos plantea en su libro?
Es lo que hemos descubierto desde el trabajo que llevamos haciendo en MIT en los últimos años. No es que haya una forma de entender la innovación, es mucho más que esto. Hasta ahora, hemos hablado de innovación como si supiéramos que es y cómo se hace, pero en realidad hemos estado hablando de algo que queremos y deseamos, es muy apetitosa … la pregunta sería: ‘¿Cómo podemos hacer cosas que luego sean reconocidas como innovación?’
Esto es lo que explico en el libro, sí: qué se hace cuando se está innovando. Es un libro con ‘mucha experiencia’. Para escribirlo y validarlo, han participado más de 3000 personas de todo el mundo, desde universitarios a directivos de empresa, dándole mucho peso y soporte y verificando que funciona. No es un libro de investigación, aporto muchos ejemplos en un lenguaje muy normal y que lo pueda leer todo el mundo. Además, ha pasado todos los filtros para ser considerado también un libro académico.
Uno de los esfuerzos ha sido publicarlo en castellano, y se hizo una adaptación muy buena publicada por Planeta, tan bien recibida como la edición en inglés. Estoy muy satisfecho.
Me quedo con su frase “los innovadores son los exploradores de lo imposible”
No quiero definir cuál es el perfil del innovador. Pero es cierto que lo que realmente nos fascina de los innovadores es que lo que hacen o han hecho… ¡parece magia! Escoge cualquier innovador. Elon Mask, por ejemplo, que queriendo luchar contra el cambio climático… ¡construyó una compañía de cohetes y un coche eléctrico! ¿Cómo lo hace? Pues porque no tiene la misma percepción de lo que es imposible como la podemos tener uno de nosotros… que, por cierto, es una actitud que tienen muchos ingenieros: hay que hacerlo y tiene que funcionar, solo hay que poner trabajo, sin plantearse siquiera si es posible o no.
Al final, son exploradores de lo imposible. De hecho, se trata de una corriente de pensamiento de hace algunos años, cuando Arthur C. Clarke escribió el ensayo “Peligros de la profecía: la falta de imaginación”, donde hablaba de las tres leyes de la predicción, y es muy curiosos que cuando habla de cómo predecir el futuro, está explicando cómo construirlo, más que predecirlo. Las leyes vienen a decir que si un científico eminente dice que una cosa es posible, muy probablemente sea correcto; si dice que es imposible, muy probablemente se está equivocando. La segunda ley dice que la única forma de saber si es posible es aventurarse un poco en el terreno de lo imposible. La tercera ley doce que cualquier nueva tecnología es indistinguible de la magia.
Y este es el objetivo que tenemos cuando hacemos tecnología e innovamos: ir y explorar mucho más allá de los límites, no por rebeldía, sino por curiosidad de explorador.
Así pues, existe una pedagogía para enseñar a innovar, ¿cómo el programaiTeams (Innovation Teams) del MIT?
Sí, hemos trabajado mucho en ello. La tesis es que SI se puede enseñar, y SI se puede aprender. Y es sorprendente cuan sencillo es y cómo se puede mejorar. Nos preguntamos: ‘Innovador, ¿se nace o se hace?’, pero no es la pregunta correcta, porque el ser humano está toda la vida aprendiendo, es lo único que hacemos, nuestro cerebro está continuamente aprendiendo cosas nuevas. Así que, todo se puede aprender. La cuestión es cuales son las prioridades de cada uno en su aprendizaje.
¿Y cómo se enseña? … porque es todo un reto. La forma correcta es enseñar a hacerlo, como las muchas horas de laboratorio que hacen los estudiantes en IQS, por ejemplo. Podemos explicar la teoría, o podemos hacer que aprendan innovando, dos conceptos distintos. Y así está pensado el curso iTeams del MIT, basado en el experiental learning o aprendizaje basado en la experiencia real, un espacio donde experimentar y disfrutar.
¿El símil podría ser el aprendizaje de un músico desde la memoria muscular?
¡Exactamente igual! El ejemplo de los músicos es ideal. Enseñamos a innovar del mismo modo que un músico aprende a hacer sonar su instrumento de forma intuitiva y con los métodos más modernos. Nosotros no podemos entender cómo se puede tocar el instrumento, porque nuestro enfoque es incorrecto.
Nuestro cerebro es impresionante, y eso se aprende desde la Inteligencia Artificial: ¿Cuánto de nuestro cerebro podemos reproducir? ¡Casi nada! Tu cerebro hace que me escuches, me mires, coordina tus estímulos mecánicos… todo, para que no malgastes recursos internos. Esta es la única forma de aprender.
Hablemos más concretamente de la metodología iTeams.
Quiero que mis estudiantes aprendan a utilizar mejor la capacidad de su cerebro, aprendiendo intuitivamente. Llevamos muchos años redefiniendo y mejorando el programa, incluso los ‘deberes’ están pensados para que aumenten esta sensación de incertidumbre, que es la que les llevará a poder innovar.
El programa empezó hace diez años con este modelo que intenta que los estudiantes prueben ‘cosas’ para evitar el fracaso y que sea previsible, de forma que sólo quede la incertidumbre y que se pueda resolver en la siguiente escala.
Tenemos estudiantes de todas partes, no solo de MIT, y de cualquier disciplina. Nos sorprendimos con los resultados obtenidos, porque cerca de un 30% de las ideas y tecnologías desarrolladas acaban saliendo fuera del MIT. ¡Esta cifra es descomunal!
Además, la gran mayoría de estas ideas y compañías sobreviven, ¡tenemos muy buenos índices de supervivencia y de éxito! Hablamos del orden del 90%.
¿Cuál es la clave para sobrevivir?
Construir planes para destruir su idea, hacerla fracasar. Si es posible cargársela, se ha eliminado el riesgo y se pueden ofrecer más garantías de éxito. No hay que empezar por ‘Tengo una idea, voy a buscar financiación’, porque implica mucho riesgo y distrae al emprendedor de lo que realmente debe hacer. El pensamiento eficaz es justo al contrario. Todo esto es la metodología recogida en el libro.
¿Algún consejo para las nuevas generaciones?
Que no se pregunten ‘¿Qué quiero ser?’, que se hagan la pregunta correcta ‘¿Qué quiero hacer?, ¿Qué queremos hacer mañana?’ Pensar de este modo ayuda mucho a experimentar en los conocimientos que se quieren adquirir, te vuelves mucho más experimentalista con lo que quieres hacer con tu propia vida. No hace falta estar tan preocupado por si estaré en la carrera A, o la B, o la C … Todo puede servir para algo, y este pensamiento es la mejor manera de disfrutar de todo lo que se aprende cuando se estudia
Porque, ¿cómo fue su recorrido desde la formación como Ingeniero Químico IQS a ser referente en innovación?
Desde pequeño tenia pasión por hacer que el ordenador trabajase para mí. Programaba todas las colecciones de problemas que nos proponían, y aprendí mucho haciendo trabajar al ordenador, ¡que era un poco tocho! Adquirí así muchas habilidades extras y una idea de la tecnología mucho más fluida.
Cuando fui a Estados Unidos, me fui directamente a un programa de Inteligencia Artificial aplicada a problemas de naturaleza química. Después me fui a Silicon Valley donde creé mi primera start-up, porque siempre he tenido mucha inquietud para hacer cosas. Después, hice el doctorado en IA en el MIT y, un buen día, alguien se dio cuenta que tenía conocimientos para inventar tecnologías, con conocimientos de negocio y creación de empresas. Y me ofrecieron la posibilidad de enseñar todo esto a los alumnos. Así que regresé al MIT, probamos un año, salió bien… y hasta aquí. No tengo planes de largo recorrido, solo asegurarme que estoy habiendo las cosas que realmente me motivan.
¿Qué le parece ‘IQS Tech Fest’, el festival de las start-ups?
¡Estoy muy impresionado! IQS ha hecho un acto de liderazgo en su visión Ciencia-Empresa. Llevo unas horas en Barcelona y me han preguntado varias personas si venía al IQS Tech Fest, es muy conocido y un referente… ¡fantástico!
Este festival de start-ups es una oportunidad para comunicar que IQS quiere liderar este mundo de la tecnología, y que el mensaje tenga gran alcance. Estoy muy contento. Hay mucha gente que se lo empieza a creer, ¡es muy bonito!