La Asociación TECNIO aglutina 56 grupos y centros de investigación de Cataluña, acreditados como agentes TECNIO por ACCIÓ, la agencia para la competitividad de la empresa de la Generalitat de Catalunya. Con este sello, se otorga el reconocimiento de sus aportaciones a las empresas en transferencia de nuevas tecnologías e innovación de productos, servicios y procesos. IQS Tech Transfer cuenta con uno de los sellos TECNIO de la Universitat Ramón Llull.
La asociación TECNIO fue constituida en el 2021, bajo la presidencia de la Dra. Nora Ventosa Rull, Ingeniera Química de IQS, profesora de investigación del Instituto de Ciencia de Materiales de Barcelona (ICMAB) del CSIC y cofundadora de la empresa Nanomol Tecnologies SL. Hablamos con la Dra. Nora Ventosa de TECNIO y del papel de la asociación como impulsora de este modelo de excelencia en la transferencia del conocimiento y la innovación hacia la sociedad.
Háblanos de la Asociación TECNIO y de su misión en el impulso de la excelencia en la transferencia del conocimiento.
Nuestra asociación agrupa a todos los agentes que cuentan con el sello TECNIO, otorgado por ACCIÓ, y que identifica a los mejores grupos de investigación del país que tienen también actividad en transferencia de tecnología y mucha colaboración con las empresas. Los grupos reconocidos como agentes TECNIO pertenecen a diferentes universidades públicas y privadas y centros de investigación de nuestro país. Nos asociamos en el 2021 para agrupar a todos los agentes distribuidos por todo el territorio y visibilizar la actividad de los grupos con sello TECNIO, fomentar colaboraciones e impulsarlos como instrumento de conexión con el tejido empresarial y la administración.
“Desde TECNIO visibilizamos la actividad de los grupos de investigación, fomentamos colaboraciones y los impulsamos como instrumento de conexión con el tejido empresarial y la administración”
Nosotros nos definimos como la ‘PYME’ del mundo de la investigación y de la transferencia de tecnología’. Actualmente, en Cataluña somos 56 grupos asociados y representamos la práctica totalidad de los agentes TECNIO. Aunque de manera individual no tenemos suficiente visibilidad, los agentes TECNIO, como conjunto, alcanzamos unos indicadores muy buenos. Hemos conseguido un aumento considerable de nuestra actividad de transferencia durante el 2023, llegando a superar los 72 M€ de facturación hacia las empresas. La mitad son en proyectos de colaboraciones con empresas, financiados por administraciones públicas, y la otra mitad en contratos directos con las empresas.
La misión de nuestra asociación es precisamente promover este modelo TECNIO que ya ha demostrado ser un buen modelo para hacer la transferencia del conocimiento que se genera en universidades y en centros de investigación hacia el mundo empresarial, en beneficio de la sociedad y de las personas. Y, sobre todo, hacerlo de manera excelente.
¿Por qué es tan importante la excelencia en la transferencia de conocimiento y en los procesos de innovación?
Una cosa es generar conocimiento desde la investigación, pero es muy importante transformar este conocimiento en procesos y productos que estén al alcance del ciudadano, de forma eficiente y excelente. Este proceso de transformar el conocimiento en ‘productos necesarios’ es un proceso de valorización que debemos llevar a cabo de acuerdo a las necesidades del mercado y de las personas. Investigación y transferencia son dos procesos que están íntimamente ligados, pero que son diferentes y que necesitan estructuras, recursos y personas diferenciadas que los impulsen. Y la excelencia debe estar siempre presente en todos ellos, si queremos que sean útiles y competitivos para nuestra sociedad. Por eso, el sello TECNIO concedido por ACCIÓ debe renovarse cada 4 años de acuerdo con el cumplimiento de determinados indicadores, no es para siempre.
“La excelencia debe estar siempre presente en investigación y transferencia, si queremos procesos útiles y competitivos para nuestra sociedad”
¿Cuáles dirías que son los retos de futuro que afronta vuestra asociación?
Recordemos que el modelo TECNIO es el heredero de la red IT de la Generalitat de Cataluña, nacida en el 1999. Desde el 2021, TECNIO agrupa las universidades y centros de investigación del territorio, con el objetivo de poner en valor el papel de estos grupos generadores de conocimiento y llevarlo a las empresas y la sociedad. El hecho de tener estas dos ‘patas’, una en investigación y la otra en transferencia, hace que seamos los agentes de conexión ideales entre el mundo académico y el empresarial.
Creemos que somos un instrumento muy buen instrumento para el Govern y para las administraciones públicas, con los que trabajamos muy estrechamente. Esto nos ha de permitir poder hacer políticas de transferencia activas y orientadas según los intereses concretos del momento, como sucedió por ejemplo durante la crisis de la COVID-19, donde aportamos coordinadamente todo el conocimiento sobre vacunas y tratamientos de que disponíamos. Trabajamos para el conocimiento, identificando los focos de interés de transferencia con agilidad y flexibilidad.
¿Cómo ves el impulso que dan las entidades públicas a los procesos de transferencia de conocimiento y tecnología?
Vamos avanzando poco a poco. Con el paso del tiempo, la opinión general ha ido cambiando y hemos pasado de pensar que ‘investigando ya era suficiente’ a ser conscientes de la necesidad de transformar la investigación en bienes para la sociedad y en llevarla al mundo empresarial. Por ejemplo, en Cataluña tenemos muchos proyectos de colaboración surgidos de las convocatorias de ACCIÓ – Nuclis, Producte, Llavor – o los Innovadors que da el Departament de Recerca i Universitats, que son claros ejemplos de que vamos en la buena dirección de fomento de la transferencia. Pero aún nos falta más soporte y, sobre todo, nos falta definición en el proceso de generación de transferencia de resultados. En Cataluña, generamos muchas publicaciones científicas y de mucho nivel, y se están generando muchas patentes. Pero una cosa es la patente y otra es la licencia de la patente, la transformación del conocimiento creado en un producto, y a todo este proceso aun le falta definición, estructura y recursos, para que llegue a ser un proceso consolidado.
TECNIO es un modelo de conexión que ha demostrado sobradamente su eficacia, y creo que podemos aprovecharlo todos. En Cataluña hay 1586 grupos de investigación reconocidos por la agencia AGAUR, los denominados SGR. Y solo 60 agentes de investigación y transferencia reconocidos por ACCIÓ, los denominados TECNIO. Si las administraciones quieren de verdad hacer transferencia, deben potenciar los grupos TECNIO, como la importante puerta de acceso al mundo empresarial y al mercado que son. Y esta es una decisión a tomar en el ámbito político.
“Si queremos de verdad hacer transferencia, deben potenciar los grupos TECNIO”
¿Cómo se posiciona el modelo de transferencia de nuestro país? ¿Cuál es tu visión del entorno?
Cataluña, y sobre todo Barcelona, es actualmente un buen hub de empresas emergentes, tenemos un buen ecosistema para favorecer la transferencia. En nuestro país, generamos muy buena investigación, con sectores industriales muy potentes – químico, salud, biotecnológico, etc. – que piden este enlace y este fomento de la transferencia, para asegurar que todo lo que se invierte en investigación a nivel público, que es muchísimo, acabe revirtiendo en los ciudadanos en forma de producto. Porque, nos guste o no, los productos no los hace ni los centros de investigación ni las universidades, los hacen las empresas. Y tenemos que cerrar este círculo.
Tú eres investigadora científica, has hecho transferencia y también has sido emprendedora. ¿Qué querrías destacar de tus vivencias personales?
En primer lugar, estudié en IQS, y estoy muy agradecida a todos los profesores. Aquí, aprendí a ser rigurosa, autoexigente y honesta, y se despertó en mí el amor por la ciencia y la investigación.
“En IQS aprendí a ser rigurosa, autoexigente y honesta, y se despertó en mí el amor por la ciencia y la investigación”
Después me fui a la industria, pero, como sentía la necesidad de seguir haciendo investigación, hice la tesis doctoral en el CSIC, donde tuve otro gran maestro, el Dr. Jaume Veciana del Instituto de Ciencia de Materiales (ICMAB-CSIC). Con él, y una vez acabada mi tesis, empecé a explorar una nueva línea de investigación basada en el uso de gases comprimidos, considerados disolventes verdes, en colaboración con Carburos Metálicos. Fue como un ‘postdoc’ local, y generamos una línea de investigación que se fue consolidando. Llegué a ser profesora de investigación del CSIC en esta área de experiencia. A la vez, en el 2010, fui cofundadora de Nanomol Techonologies S.L., empresa dedicada a la implementación industrial de los procesos surgidos de nuestro grupo de investigación del ICMAB. Nanomol está especializada en la implementación de ‘procesos verdes’ utilizando fluidos comprimidos para la generación de material particulado, así como su caracterización para poder asegurar la calidad y la garantía GMP.
Como Alumni IQS, ¿tienes algún recuerdo de tu paso por el centro universitario que recuerdes con especial estima?
Tengo un recuerdo muy especial de la asignatura de Química Física-I que nos impartía el Dr. Condal en segundo curso. Mis notas durante los exámenes parciales fueron muy ‘dispersas’. A final de curso, suspendí los problemas y el Dr. Condal me regañó diciéndome que ‘ir a un examen no es ir a una fiesta’. Fue el primer y único suspenso de mi vida. Aquello me sacudió totalmente y me hizo reaccionar de tal forma que aprobé en septiembre con un 100, ¡y lo celebré con una buena fiesta! Aquella frase del Dr. Condal me ha servido siempre para ayudarme a trabajar cuando toca, y a celebrarlo después.
También tengo muy buenos recuerdos de los amigos que hice durante aquellos años, algunos de los cuales me han acompañado toda mi vida.
Aprovechando el 8 de marzo, ¿querrías hacer alguna recomendación a las mujeres científicas y emprendedoras? ¿Cómo podemos impulsar más el papel de la mujer en investigación?
Creo que el secreto es la flexibilidad. Tenemos que dar más flexibilidad a los modelos de organización del trabajo. Hasta ahora, estos modelos han sido muy masculinos, hechos por hombres y no han favorecido demasiado a las mujeres, que han tenido muchas dificultades para compaginar vida personal y laboral, especialmente durante el periodo de la maternidad. Esto, afortunadamente, ha cambiado mucho, como podemos ver con nuestros hijos e hijas, donde las responsabilidades son compartidas totalmente.
Mi recomendación para las científicas es que, si tienen un sueño, ¡que no renuncien y sigan adelante! No es tan importante ‘cuando lo haces’, como que ‘lo acabes haciendo’. No importan los tempos, importa la pasión con la que lo haces. Por lo que se refiere a la profesión científica, creo que se han seguido unos patrones muy rígidos y que, de nuevo, nos tenemos que flexibilizar y adaptar, cada una a su ritmo, sin seguir patrones idénticos para todas. Debemos trabajar hacia la diversidad de modelos y, sobre todo, hacia la consecución de una satisfactoria complementariedad entre la vida personal y la laboral.