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Estudios

DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER Y LA NIÑA EN LA CIENCIA

18 febrero 2019

Quiero creer que la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres es una realidad en la sociedad del siglo XXI. Mientras, cada 11 de febrero seguiremos celebrando el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. Al fijar este día, en el año 2015, la Asamblea General de las Naciones Unidas pretendía conseguir el acceso y la participación plena y equitativa en la ciencia para las mujeres y las niñas.

En pleno siglo XXI, consideramos que vivimos en un mundo avanzado, en igualdad de oportunidades y en el que todo el mundo tiene los mismos derechos. Y si hablo a partir de mi propia experiencia personal y profesional, suscribiría que la realidad es esta. En mi entorno familiar tuve la misma educación que mis hermanos y hermanas y las mismas oportunidades para estudiar en la universidad. Posteriormente, en mi vida laboral y profesional no me he sentido nunca descartada o discriminada para un trabajo, posición, cargo o responsabilidad, por el hecho de ser mujer. Por otro lado, tampoco creo que haya sido elegida para dar cumplimiento a determinadas cuotas de igualdad. Llamadme ingenua, pero quiero creer que mi formación, conocimientos, experiencia, habilidades y actitudes han sido tenidos en cuenta por quien me ha evaluado en cada momento.

Es triste y lamentable, pero desgraciadamente no es así. Los indicadores son claros y contradicen de manera contundente mi posicionamiento, tanto en nuestro ámbito territorial más próximo como a nivel mundial. ¿Cuál es la causa? ¿Se trata de un problema de vocaciones o es que todavía los estereotipos de género y los prejuicios sociales de épocas anteriores siguen manteniendo a las mujeres alejadas del entorno científico?

Aunque las mujeres han tenido una contribución significativa a la ciencia desde sus inicios, a menudo han pasado desapercibidas, invisibilizadas, obstaculizadas y, en ocasiones, despreciadas. La brecha de género en los campos de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (STEM) persiste desde hace años en todo el mundo, a pesar de los esfuerzos de la comunidad internacional para inspirar y promover vocaciones científicas en las niñas. A pesar de que la participación de las mujeres en este tipo de estudios universitarios ha aumentado de manera considerable, aún se encuentran insuficientemente representadas en estos ámbitos. Todavía hay barreras que superar.

El informe "Mujer y Ciencia" , elaborado en 2018 por la Secretaría de Universidades e Investigación del Departamento de Empresa y Conocimiento (Generalitat de Cataluña), muestra indicadores interesantes, prometedores pero a la vez también preocupantes. Las mujeres que se matriculan de estudios de grado o de máster superan en porcentaje a los hombres. Son también más elevados los porcentajes de mujeres que alcanzan titulaciones de grados y de máster, e incluso en tesis leídas. Ahora bien, estos indicadores cambian drásticamente cuando hablamos de profesores (asociados, agregados, catedráticos) y de investigadores. En todos estos casos, el número de hombres supera el número de mujeres y la diferencia es más acusada a medida que se asciende en la carrera científica.

A nivel mundial las mujeres representan sólo el 28% del personal investigador y el problema es tan evidente que el Espacio Europeo de Investigación ha identificado la igualdad de género como una de sus prioridades.

Quiero creer que las cosas van a cambiar. Quiero creer que sólo es cuestión de tiempo y que el motivo de esta desigualdad se debe a las circunstancias históricas que arrastramos y que sólo se corregirán con los cambios generacionales. Quiero creer que no se trata de estereotipos ni prejuicios sociales. Quiero creer que las cargas familiares no son barreras que hay que superar. Quiero creer que la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres es una realidad en la sociedad del siglo XXI.

Mientras, cada 11 de febrero seguiremos celebrando el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. Al fijar este día, en el año 2015, la Asamblea General de las Naciones Unidas pretendía conseguir el acceso y la participación plena y equitativa en la ciencia para las mujeres y las niñas, además de lograr la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y las niñas.
 

Dra. Núria Vallmitjana Palau

Directora de IQS Tech Transfer